Friday, June 24, 2011

Las bienaventuranzas para los padres



Photo credit puritani35 on Flickr
El sermón del monte ha sido siempre una de mis partes favoritas de la Biblia. Recientemente he tenido un impulso a leerlo una y otra vez. Aunque creo que se aplica a todas nuestras relaciones, pienso que hay una riqueza especial para descubrir si nos fijamos en esta enseñaza como padres.
 

Mateo 5:3-13 "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos." ~ RVA  Hay bendición y felicidad en la humildad. Nuestra cultura anima a los padres a actuar por la soberbia.  Muchos tienen la opinión de que los niños son como propiedad de los padres, "menor que" los adultos en casi todos los sentidos. Eso no es la manera de los ciudadanos del reino de los cielos. En el reinado de Jesúcristo, el mayor sirve al menor. 
 

"Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados". ~ RVA 
Estar feliz no es la única emoción aceptable. Podemos ser auténticos con nuestros hijos. Podemos llorar con la certeza de que a Dios le importan nuestros sentimientos. Él nos consuela, sin darnos vergüenza o minimizar nuestro dolor. ¿Cómo les enseñamos a nuestros hijos a lidiar con la tristeza y el dolor? ¿Los consolamos? O hacemos caso omiso de sus gritos, sobre todo cuando no tenemos ganas de ayudar (por la noche, durante las rabietas)? ¿Insistimos en que dejen de llorar para que nosotros no nos sentamos incómodos ("No seas infantil. Los niñ@s grandes no lloran.  Estás bien.  Deja de llorar o te voy a castigar!  No llores--mira, te voy a dar un dulce/ juguete.)? ¿Realmente creerán que Dios los consuele si les decimos, ya sea verbalmente o por medio de nuestras acciones, que su tristeza no es lo suficientemente importante para nosotros para que los consolemos?
 

"Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad". ~ RVA "Dichosos los que no sean enojones o propensos a la ira, porque ellos heredarán la tierra". ~ La Fuente (The Source)  
¿Cómo modelamos la gentileza con nuestros hijos? ¿La mansedumbre? Jesús se describió como manso y humilde de corazón - ¿nos describirían nuestros hijos de esa manera? ¿O es que tratamos de justificar el orgullo y la conducta de acoso (herir o avergonzar a ellos cuando no hacen lo que queremos), porque "somos los padres"? ¿Nos ven como enojados y propensos a los estribos?
 

"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados." ~ RVA 
¿Estamos constantemente buscando tener buenas relaciones con Dios y con los demás? Esa es la fuente de satisfacción para nosotros. ¿Nos ven pasando tiempo en leer la Palabra de Dios y la oración? ¿Pueden ver nuestra fe en nuestras actitudes y las relaciones? ¿O es que nos ven indiferentes hacia el crecimiento espiritual?
 

"Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia." ~ RVA  
¿Tienen nuestros hijos carita de vergüenza con cada error, esperando nuestra condenación? ¿Tienen miedo de decirnos la verdad, porque esperan el castigo? ¿O es que nos ven como llenos de misericordia y la compasión, que venimos al lado de ellos para ayudarlos y alentarlos mientras los guiamos?
 

"Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios." ~ RVA "Felices son los que tienen la mente purificada, porque ellos verán a Dios." ~ La Fuente  
¿Demuestran nuestras vidas un corazón puro? ¿El carácter de Cristo? ¿La pasión por la santidad y el fruto del Espíritu? ¿O hay áreas en las que todavía somos esclavos del pecado? ¿Cuáles son nuestras prioridades? Cuando tenemos el corazón lleno de amor y la mente limpia, podemos ver las huellas de Dios en nuestros hijos. Cuando nuestras percepciones están manchadas por el miedo, el egoísmo o la falta de sabiduría, nos convertimos en adversarios, buscando ver la mala intención detrás de cada acción de nuestros hijos. Cuanto más buscamos el perdón de Jesús para nosotros mismos (purificando nuestros corazones), más libremente se lo ofrecemos a nuestros pequeñitos.
 

"Bienaventurados los que hacen la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios." ~ RVA  
¿Cómo les enseñamos a nuestros hijos a resolver los conflictos? ¿Nos ven como personas apacibles, llegando a traer la paz y sanar rupturas en una relación? ¿Pedimos disculpas e intentamos reparar nuestros errores? ¿Tratamos de ver las cosas desde su punto de vista? ¿Qué podemos aprender de ser padres a través de ser hijos de nuestro Padre Celestial?
 

"Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Regocijaos y alegraos; porque vuestro galardón es grande en el cielo; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros." ~ RVG
¿Nuestros hijos nos ven dispuestos a hacer lo correcto, incluso cuando no sea conveniente, incluso cuando pueda causar daño a nuestra reputación? ¿Cómo respondemos a los insultos? ¿Qué pasa si nuestros hijos nos dicen cosas feas? ¿Respondemos con el orgullo y la ira, o respondemos con paz y confianza? ¿Estamos dispuestos a seguir nuestras convicciones, a pesar de los comentarios insultantes cuando nuestros bebés están "todavía" tomando pecho, o despertando durante la noche?  Cuando nuestros hijos se portan mal delante de otros, ¿respondemos con paciencia y cariño, o con más dureza para hacernos lucir mejor?

Jesús nunca puso ningún límite de edad sobre sus enseñanzas. Nunca dijo: "
Así que, todas las cosas que queráis que los hombres os hagan, así también haced vosotros a ellos, a menos que sean niños". No hay advertencias de que la paz y la mansedumbre, la paciencia y la bondad son sólo para los adultos en nuestras vidas. En cambio, Él bendijo a los niños. Que podamos ser una bendición para nuestros hijos, al seguir su ejemplo.

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